LOGOPEDIA
La Logopedia es una profesión sanitaria regulada y reconocida por la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.
Se ocupa de la prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de todas las alteraciones que afectan a la audición, la deglución, el habla, la comunicación, el lenguaje y la voz, tanto en la población infantil como en la edad adulta.
Comunicar es conectar









Áreas de trabajo

Disfonía funcional: fonación de bandas, disfonía psicógena, disfonías por tensión muscular…
Disfonía orgánica congénita causada por quiste, sulcus, vergeture, puente mucoso o microsinequias.
Disfonía orgánica adquirida: de origen neurológico, de origen adquirido (traumatismo, inflamación, cicatriz) o de origen neoplásico (tumores benignos o malignos).
Disfonía mixta causada por nódulos, pólipos, quiste, úlcera, edema de Reinke o hemorragia.

Trastornos de los Sonidos del Habla (TSH): lo que anteriormente se conocía como “dislalia”, que puede manifestarse como omisión, sustitución o adición de sonidos en las palabras.
Disartria: disfunción de los músculos que controlan la producción del habla debido a una causa neurológica.
Disglosia: trastorno de la articulación debido a alteraciones en la boca, lengua y/o paladar por causa genética, quirúrgica o por un traumatismo.

Retraso del Lenguaje: dificultad en el desarrollo normal del lenguaje, donde un niño tarda más de lo esperado en hablar, expresar ideas o comprender, en comparación a otros niños de su edad.
Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL): existen dificultades persistentes en el desarrollo del lenguaje como retrasos en la adquisición del habla, la comprensión del lenguaje y/o expresión verbal sin que haya causa aparente.
Trastornos del aprendizaje: como consecuencia de deficiencias en la atención, la memoria o el razonamiento nos encontramos con trastornos en la escritura (disortografía, disgrafía) y en la lectura (dislexia).
Afasia: pérdida de la habilidad para entender o expresar el lenguaje hablado o escrito debido a una lesión cerebral.

Parálisis facial: alteración que puede afectar tanto al movimiento como a la sensibilidad de la cara.
Babeo: incontinencia de la saliva y escape de ésta por las comisuras de la boca o por el labio inferior.
Fisura labiopalatina: malformación congénita que puede afectar el labio a uno o ambos lados y/o el paladar.
Disfunción Temporomandibular (DTM): puede provocar chasquidos al abrir o cerrar la boca, limitación de la apertura oral, y/o dolor orofacial (cabeza, oído, mandíbula).
Bruxismo: apretar y/o rechinar los dientes inconscientemente.

Son las alteraciones en las funciones relacionadas con la zona orofacial que van a estar condicionadas por el funcionamiento de los músculos orofaciales:
Respiración oral
Deglución atípica: movimiento inadecuado de la lengua y/o de otras estructuras al momento de tragar.
Disfagia: dificultad o imposibilidad para tragar líquidos y/o alimentos sólidos.
Personas que requieren la intervención del logopeda
Adultos que han sufrido accidentes cerebrovasculares (ACV), traumatismos craneoencefálicos o enfermedades neurodegenerativas: Parkinson, Alzheimer o Esclerosis Múltiple.
Personas con alteraciones en la musculatura facial.
Personas de cualquier edad con alteraciones en la masticación, deglución y/o respiración.
Niños con retrasos del lenguaje, trastornos del desarrollo del lenguaje, dificultades en lectura y escritura.
Personas de cualquier edad con trastornos de la voz.
