NEUROPSICOLOGÍA

La neuropsicología es la disciplina dentro del campo de la psicología y las neurociencias que se encarga de estudiar la relación entre el funcionamiento cerebral y la conducta. Se encarga de evaluar e intervenir para mejorar las funciones cognitivas, emocionales y conductuales que pueden verse afectadas por una condición que afecta al sistema nervioso central (daño cerebral, alteraciones del neurodesarrollo, enfermedades neurodegenerativas…).

¿Qué áreas trabaja un neuropsicólogo?

La atención es una propiedad de nuestro cerebro que nos permite dirigir nuestros recursos cognitivos hacia el medio y hacia nuestros propios pensamientos. Nos permite focalizarnos en una tarea y mantenernos en ella por tiempos prolongados. Nos ayuda a pasar de una tarea a otra y mantener un buen rendimiento en ambas. Todo esto es la atención.

Si esta falla podemos encontrar problemas en el rendimiento académico y laboral, así como en las tareas del día a día como seguir una conversación o incluso recordar algo que nuestra pareja nos ha dicho, porque si la atención falla puede que otras funciones se vean afectadas en consecuencia.

La velocidad de procesamiento de la información es una propiedad de nuestro cerebro gracias a la cual captamos, recibimos y procesamos la información que nos llega de dentro y de fuera de nuestro cuerpo y somos capaces de emitir una respuesta en un tiempo optimo.

  • Cuando dicha velocidad se ve reducida el resto de funciones cognitivas se ven afectadas. Se detecta que puede haber un enlentecimiento en la velocidad de procesamiento cuando la persona tarda mucho en responder, se mueve muy lento, pierde el hilo de la conversación.

Entendemos por memoria la acción de recordar el pasado, pero la memoria es mucho más que eso. Memoria es saber como se llaman los objetos que hay a nuestro alrededor, saber que dentro de dos días tengo cita con el médico, es la capacidad para aprender cosas nuevas, es aprender a hacer determinados movimientos como puede ser montar en bici o conducir. Todo esto necesita de la memoria.

  • Si esta se ve afectada aparecen síntomas como la desorientación temporal, la dificultad para recordar eventos pasados, los problemas para recordar cosas que tenemos que hacer en el futuro etc.

El lenguaje es la capacidad para comunicar información oral o gestualmente, así como para comprenderla. Cuando existe una afectación de esta función, el neuropsicólogo, junto con el logopeda, trabajan de forma coordinada para mejorar dicha función.

  • Si el lenguaje se ve afectado lo reconoceremos porque la persona puede encontrar dificultades para hablar, comete errores durante el discurso, le cuesta encontrar las palabras adecuadas, no comprende lo que los demás le dicen, no se da cuenta de que lo que dice no tiene sentido etc.

Las funciones ejecutivas son un grupo de funciones regidas por nuestro lóbulo frontal. Dichas capacidades son de las complejas y recientes a nivel evolutivo. Nos permiten monitorizar nuestra conducta, tener control sobre ella, mediar y regular nuestras emociones, nos ayudan a planificar nuestro día a día, a organizarlo. Son la voz que nos grita que tenemos que parar. Nos permiten ser flexibles, resolver problemas y adaptarnos a un mundo cambiante.

  • Cuando las funciones ejecutivas no funcionan bien nos encontramos dificultades para inhibir impulsos, problemas de organización y planificación, dificultades para resolver problemas o una tremenda inflexibilidad, todo ello impidiendo que la persona sea independiente o dificultando mucho su día a día.

Esta función es menos conocida, pero tremendamente importante. La función gnósica es nuestra capacidad de reconocimiento del mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos (reconocimiento visual, táctil, auditivo u olfativo/gustativo).

  • Cuando hay un daño en las zonas que se encargan de dicho procesamiento encontramos que la persona no reconoce los objetos que hay a su alrededor, que los mira con extrañeza, que no distingue dos objetos iguales o que no reconoce los rostros de personas conocidas a no ser que hablen.

La función práxica es la capacidad que tiene nuestro cerebro para organizar y ejecutar movimientos de carácter intencional.

  • Por ejemplo, a la hora de vestirnos, de poner la cafetera para hacer un café, para peinarnos o lavarnos los dientes.

¿En qué casos la figura del neuropsicólogo es necesaria?

  • Daño cerebral adquirido (ictus, traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, epilepsia, infecciones que afecten al sistema nervioso…)

  • Enfermedades neurodegenerativas (enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, demencia fronto-temporal…)

  • Trastornos del neurodesarrollo (síndromes genéticos, Trastorno del Espectro Autista, Trastorno General del Desarrollo, discapacidad intelectual…)

  • Dificultades de aprendizaje (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, dislexia…).

 

Estas patologías, en su mayoría, suelen ir acompañadas de síntomas cognitivos. Aunque usted o su familiar no estén diagnosticados de cualquiera de las condiciones anteriores puede que se vea reflejado en la explicación anterior. En ese caso o si nota que algo no va como debería, no dude en ponerse en contacto con un profesional.